Iniciación a la vida espiritual Ortodoxa

 

Artículo del padre George C. Papademetriou,
del libro "Studime mni Ortodoksinë", 2012. 
Traducción de Padre Pablo Zuniga.

 

Las fuentes de la vida espiritual

Las fuentes de la vida espiritual ortodoxa, son las Sagradas Escrituras, la Sagrada Tradición, las definiciones dogmáticas de los Sínodos Ecuménicos y las enseñanzas espirituales de nuestros Santos Padres ortodoxos.  La vida espiritual ortodoxa, se expresa principalmente a través de la plegaria, la vida cristiana y el culto divino, lo que finalmente nos lleva a la comunión a través de la Gracia divina increada.

 

Blessing

 

El hombre y su propósito como criatura de Dios

Antes de adentrarnos en el tema de la vida espiritual según la enseñanza de la Iglesia Ortodoxa, cabe considerar el propósito del hombre como criatura de Dios.  El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios.  El objetivo de la humanidad no es lograr la unión mística con la esencia de Dios, sino lograr la perfección moral y espiritual a través de la participación en la Gracia divina increada.

El hombre, según los padres ortodoxos, no fue creado en un estado de perfección espiritual en el principio.  Sino, fue creado, dotado de carácter y la capacidad de alcanzar la perfección a través de la gracia de Dios.  Por tanto, la caída en el pecado de Adán, pone de manifiesto la libertad del hombre que rechaza dicho objetivo.  No obstante, en la plenitud de los tiempos, Dios envia a Su Hijo, nuestro Señor y Salvador Jesucristo, que se hace hombre, y a través de Sus sufrimientos y resurrección, regenera al hombre devolviéndole al estado original de gracia que permite que el hombre alcance la perfección.  Cristo dice: "Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto".  La finalidad del hombre, entonces, es lograr la perfección en Dios a través del amor, lo que supone alcanzar el amor perfecto y eterno de Dios y el amor del prójimo.

El compromiso de los cristianos

Ajustar perfectamente nuestras vidas conforme con los preceptos de la moral, según la Biblia y los Padres de la Iglesia, constituye un llamamiento a la vida con Cristo, es decir, una vida como Cristo. En consecuencia, la vida espiritual de un cristiano ortodoxo se refleja como una vida con Cristo, una vida de votos y compromisos con Dios y una completa obediencia a su voluntad. Todos viven para hacer todo por amor a Cristo, como Cristo quiere y como Cristo haría.

El compromiso cristiano con Cristo debe realizarse a través de un acto interno, libre, ya que no es forzado por ninguna fuerza externa, ni siquiera por Dios. "El hombre es libre y tiene la oportunidad de entablar relaciones con ambos reinos: el reino de la luz y el de las tinieblas". Estos dos reinos espirituales y satánicos están ocultos, no en la mente, sino mucho más profundamente en el alma, "bajo la mente humana, bajo la superficie de los pensamientos", como cita San Macario. Este santo del siglo IV que en ese momento tenía la noción de "corazón", que estaba muy cerca de la noción de la psicología moderna del subconsciente (subconsciente).



Rreth kësaj serie artikujsh

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Ato u shkruan nga At George C. Papademetriou, profesor i fakultetit të Holy Cross Greek Orthodox Theological School në Brookline, Massachusetts.